La actividad consistía en poner papel continuo en el suelo con cinta adhesiva y a su vez, recipientes con agua. Deberemos tener unos cuantos debido a que vamos a echar colorante alimentario en cada uno de ellos por lo que deberá ser de diferente color cada uno. Una vez tengamos la mezcla hecha, los niños deberán meter la mano en los recipientes y salpicar en el mural. Después, les podremos dar diferentes objetos para que dibujen con ese colorante como por ejemplo: palos que deben mojar para que pinte o hielos...
Me gustó la actividad ya que se trabajan diferentes aspectos como el proceso óculo-manual, la creatividad, el tacto... ¡Además de que a los niños les encanta pringarse las manos! Espero que os haya gustado y sobretodo que lo probéis. ¡Un saludo!
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